Programa Actividades 2023
La primavera
Inicio de la primavera
La primavera de 2023 en el hemisferio norte comenzará el día 20 de marzo a las 22 horas 24 minutos hora oficial peninsular según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana). Esta estación durará aproximadamente 92 días y 18 horas, y terminará el 21 de junio con el comienzo del verano.
El inicio de la primavera en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el centro del Sol cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el norte. El día en que esto sucede la duración del día y la noche prácticamente coinciden. A esta circunstancia se la llama también equinoccio de primavera.
En el momento en que la primavera comienza en el hemisferio norte, en el hemisferio sur comienza el otoño.
El cielo durante la primavera de 2023
El cielo tras la puesta de Sol comenzará la estación con Júpiter, Venus y Marte, pero el primero desaparecerá pronto por el oeste, mientras que, Mercurio hará una breve aparición durante el mes de abril.
Los amaneceres, por otra parte, comenzarán la primavera con Saturno como único planeta visible. A primeros de mayo, Júpiter aparecerá por el este, y durante el mes de junio también se podrá ver, muy bajo sobre el horizonte, Mercurio.
En cuanto a constelaciones, al principio de la primavera todavía se podrán ver al anochecer algunas típicas del invierno, como Orión, Can Mayor o Géminis. A medida que avancen las semanas, estas constelaciones se irán acercando al Sol y darán paso a constelaciones más características de la primavera, como Leo, con su llamativa forma de interrogación invertida terminada en la estrella Régulo,Virgo, con la brillante Espiga, y el Boyero, con la roja estrella Arturo.
Durante la primavera de 2023 tendrán lugar dos eclipses, uno de Sol y otro de Luna. El eclipse de Sol sucederá el 20 de abril, será de tipo mixto, y se verá en el sudeste asiático y Oceanía. El eclipse de Luna tendrá lugar el 5 de mayo, será de tipo penumbral, y podrá verse en África, Asia y Oceanía.
Otros fenómenos de interés astronómico durante la primavera de 2023 son las lluvias de meteoros de las líridas, cuyo máximo se espera hacia el 23 de abril, y las eta acuáridas, con máximo hacia el 6 de mayo. Las lunas llenas de la estación tendrán lugar el 6 de abril, el 5 de mayo y el 4 de junio.
Cambio de hora
Aunque tanto el Parlamento Europeo como la Comisión se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto. Por ello, durante 2023 seguirá en vigor el tradicional cambio de hora que tiene lugar el último domingo de marzo. Ese día, el 26 de marzo, a las 2 de la madrugada hora peninsular, adelantaremos los relojes una hora para marcar las 3. En Canarias, la 1 de la madrugada pasará a ser las 2.
Algunas curiosidades sobre la primavera
A lo largo del siglo XXI, el inicio de la primavera puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario (del 19, 20 y 21 de marzo), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.
El inicio de la primavera es la época del año en que la longitud del día se alarga más rápidamente. A las latitudes de la península, el Sol sale por las mañanas más de un minuto antes que el día anterior, y por la tarde se pone más de un minuto después. Como consecuencia, al inicio de la primavera, el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte aumenta casi tres minutos cada día.
Para más información sobre los fenómenos astronómicos del año se puede consultar el Anuario del Observatorio Astronómico, que publica el Instituto Geográfico Nacional.
Información proporcionada por el Observatorio Astronómico Nacional (IGN, Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana). Se autoriza la reproducción total o parcial citando su procedencia.
El otoño
Inicio del otoño
El otoño de 2022 en el hemisferio norte comenzará el día 23 de septiembre a las 03 horas 04 minutos hora oficial peninsular según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana). Esta estación durará aproximadamente 89 días y 21 horas, y terminará el 21 de diciembre con el comienzo del invierno.
El inicio del otoño en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el centro del Sol cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. El día en que esto sucede la duración del día y la noche prácticamente coinciden. A esta circunstancia se la llama también equinoccio de otoño.
En el momento en que el otoño comienza en el hemisferio norte, en el hemisferio sur comienza la primavera.
El cielo durante el otoño de 2022
El cielo tras la puesta de Sol al comienzo del otoño tendrá a Júpiter y Saturno como únicos planetas visibles. A partir de diciembre harán su aparición en el cielo Marte por el este y Venus y Mercurio por el oeste, por lo que la estación terminará con cinco planetas visibles al anochecer. Las madrugadas del otoño, por su parte, comenzarán la estación con Venus, Júpiter y Marte visibles, pero los dos primeros desaparecerán pronto en el brillo del alba. Mercurio hará una breve aparición durante octubre, y Marte dejará de verse a mediados de diciembre, dejando sin planetas el cielo del amanecer al final de la estación.
En cuanto a las estrellas y constelaciones visibles al anochecer en otoño, destacará el triángulo de verano, formado por Deneb en el Cisne, Vega en Lira y Altair en el Águila, que seguirá siendo visible durante la primera parte de la estación, aunque gradualmente a menor altura sobre el horizonte oeste. A medida que avancen los meses, veremos surgir por el este las constelaciones de Pegaso, Andrómeda y Perseo, y al final de la estación aparecerán las constelaciones de Tauro y Orión, que alcanzarán su máximo esplendor durante las noches de invierno.
Durante el otoño de 2022 tendrán lugar dos eclipses, uno de Sol y otro de Luna. El eclipse de Sol sucederá el 25 de octubre y será de tipo parcial. Será visible en Europa, noreste de África y oeste de Asia. En España, será visible en el noreste penisular y las islas Baleares, pero con magnitudes muy bajas (entorno a 0,1 y menores). El eclipse de Luna sucederá el 8 de noviembre, será de tipo total, y será visible en Asia, Australia y América. No se verá en España.
Otros fenómenos de interés astronómico durante el otoño de 2022 serán las lluvias de meteoros de las dracónidas, cuyo máximo se espera hacia 8 de octubre, las leónidas, con máximo hacia el 17 de noviembre, y las gemínidas, con máximo hacia el 14 de diciembre. Las lunas llenas del otoño tendrán lugar el 9 de octubre, el 8 de noviembre y el 8 de diciembre.
Cambio de hora
Aunque tanto el Parlamento Europeo como la Comisión se han pronunciado a favor de eliminar los cambios de hora en el futuro, todavía no existe una decisión definitiva al respecto. Por ello, durante 2022 seguirá en vigor el tradicional cambio de hora que tiene lugar el último domingo de octubre. Ese día, el 30 de octubre, a las 3 de la madrugada hora peninsular retrasaremos los relojes una hora para volver a marcar las 2. En Canarias, las 2 de la madrugada pasarán a ser la 1.
Algunas curiosidades sobre el otoño
El inicio del otoño puede darse, a lo sumo, en cuatro fechas distintas del calendario (del 21 al 24 de septiembre). A lo largo del siglo XXI el otoño se iniciará en los días 22 y 23 de septiembre (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.
El inicio del otoño es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápidamente. A las latitudes de la península, el Sol sale por las mañanas más de un minuto después que el día anterior, y por la tarde se pone más de un minuto antes. Como consecuencia, al inicio del otoño, el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte disminuye casi tres minutos cada día.
Para más información sobre los fenómenos astronómicos del año se puede consultar el Anuario del Observatorio Astronómico, que publica el Instituto Geográfico Nacional.
Durante la noche del 16 de mayo de 2022 será posible observar un eclipse total de Luna que será visible desde gran parte del mundo y que en España podrá verse como total. La observación del eclipse se puede realizar a simple vista y no entraña ningún peligro ni requiere ningún tipo de instrumentación especial.
En el noreste peninsular y las islas Baleares, la Luna se pondrá antes de que acabe el eclipse total (por eso solo se verá el comienzo de la fase total, pero no el final), mientras que en el resto de la península se verá la fase total íntegra. En la península, Ceuta y Melilla no veremos por completo cómo la Luna sale de la sombra de la Tierra (porque la Luna se pone por el horizonte durante esa fase), pero en Canarias sí que tendrán la suerte de ver por completo esa fase. Durante el eclipse total, la Luna no estará completamente oscura, sino que tomará un tono rojizo, eso se debe a parte de la luz solar que es desviada por la atmósfera terrestre.
Desde la Asociación Daimieleña de Astronomía invitamos a todos a observarlos.
Más información en Astronomía : Inicio (ign.es)
Perseidas
La lluvia de las perseidas es una lluvia de meteoros (comúnmente llamados "estrellas fugaces") que sucede todos los años hacia el 12 de agosto. Las perseidas también reciben el nombre popular de "lágrimas de San Lorenzo" por la proximidad del máximo de la lluvia de meteoros al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre.
Las perseidas son visibles desde todo el hemisferio norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 kilómetros por segundo y su tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros por hora. Aunque su momento de máxima actividad tiene lugar en las noches del 11 al 13 de agosto, las perseidas comienzan habitualmente a verse hacia el 17 de julio y terminan hacia el 24 de agosto. Su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas favorables para la observación durante el verano boreal, hace de las perseidas la lluvia de meteoros más popular, y la más fácilmente observable, de las que tienen lugar a lo largo del año.

Una perseida vista en el Observatorio de Paranal (Chile), agosto 2010 STEPHANE GUISARD/ ESO
¿Por qué suceden?
Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor.
Cada cometa va formando así un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra, en su movimiento en torno al Sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de los fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando una lluvia de meteoros. La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo formando lo que popularmente denominamos estrellas fugaces. No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente.
La altura a la que un meteoro se hace brillante depende de la velocidad de penetración en la atmósfera, pero suele estar en torno a los 100 kilómetros. Sin embargo, el alto brillo y la gran velocidad transversal de algunos meteoros ocasionan un efecto espectacular, causando la ilusión en el observador de que están muy próximos. Los meteoroides de masa menor al kilogramo se calcinan completamente en la atmósfera, pero los mayores y más densos (de consistencia rocosa o metálica), forman meteoritos: restos calcinados que caen sobre el suelo.

Imagen de un meteoro de las perseidas tomada el 13 de agosto de 2011 desde la Estación Espacial Internacional (NASA ISS028-E-24847).
Cada año a principios de agosto nuestro planeta cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas, como granos de arena o menores, que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre a gran velocidad, la fricción la calienta hasta vaporizarla a gran altura.
La correspondiente lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina "radiante" y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las perseidas tienen su radiante en la constelación de Perseo.

El 'radiante' de las perseidas.
¿Qué hacer para ver las perseidas?
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión. Aunque las perseidas parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.
El número de meteoros observables por hora es muy variable. En un sitio bien oscuro y con el radiante alto sobre el horizonte puede superar el centenar. Sin embargo, el número de meteoros observados por hora puede variar muy rápidamente según varía la densidad de fragmentos en la estela del cometa, por ello las predicciones concretas sobre número específico de meteoros dependiendo del día y la hora son difíciles de realizar y suelen estar afectadas de una incertidumbre alta.
La lluvia de meteoros, popularmente conocida como lluvia de estrellas fugaces, se podrá contemplar con máxima actividad la noche del 22 al 23 de abril.Se trata de la lluvia de las Líridas, que en los años 1803, 1922,1944, 1946 y 1982, fue un verdadero espectáculo celeste, haciéndose visibles a simple vista cientos de meteoros por hora, la de 1803 fue especialmente deslumbrante ya que pudieron ver hasta 700 meteoros por hora.
Las Líridas es la lluvia de estrellas más antigua conocidas, ya que se tienen registros chinos del acontecimiento que datan de marzo del año 687 a.C. Esta lluvia es visible desde los dos hemisferios.
Esta lluvia es de las más impredecibles es por ello que los astrónomos y curiosos la esperan con ansiedad por si hay alguna sorpresa y la lluvia se torna en tormenta meteórica, un raro fenómeno que ocurre cuando la Tierra se encuentra con un enjambre de meteoros muy denso y se pueden contemplar más de 1.000 meteoros por hora.
Los astrónomos todos los años dan una previsión para la lluvia de las Líridas de unos 18 meteoros visibles a simple vista por hora, pero nunca se cumple, con las Líridas no se acierta nunca, pero no es raro que puedan llegar fácilmente a los 100 meteoros por hora.
La lluvia de las Líridas está asociada a los restos de un cometa llamado Thatcher C/1861 G1, descubierto en 1861 y cuyo último paso cercano y conocido a la Tierra tuvo lugar el 5 de mayo de ese mismo año, desde entonces no se ha visto más, pues se trata de un cometa de largo período que alcanza las proximidades del Sol cada 415 años. Llega a alejarse del Sol, 2,78 veces más allá de la órbita de Plutón, mientras que su punto más próximo a nuestra estrella lo alcanza a los 137.632.000 km. Cada vez que se acerca a nuestra estrella, se va desintegrando por el calor del Sol, pues está compuesto de roca y hielo, dejando partículas diminutas por el espacio del tamaño de un grano de arena. La Tierra atraviesa estos restos entre los días 16 y 25 de abril.
Es durante estos días cuando se puede observar la lluvia de las Líridas, con máxima actividad la noche del 22 de abril. Esta noche, la constelación de Lira, de ahí el nombre de Líridas, aparecerá hacia el NE sobre las 10 de la noche en hora peninsular y podremos contemplarla sin molestias hasta las 3 de la mañana, hora en que la Luna en cuarto menguante hará su aparición, desluciendo en parte el espectáculo celeste con su luz. En realidad el máximo de la lluvia suele coincidir siempre en las horas previas al amanecer. Si no pudiera contemplar la lluvia la noche del 22, inténtelo el 23, 24 ó 25 de abril, pues aún estará activa.
El radiante, o lugar del cielo de dónde parecen proceder el grueso de los meteoros, está cerca de la brillante estrella Vega, la más brillante de la constelación de la Lira, una de las que más lucen en el cielo, en realidad no tiene pérdida si miramos a la hora indicada al NE y sobre el horizonte, ya que se trata de la 5ª estrella más brillante del firmamento.
Desde ADA estaremos el sábado 30 de observación aunque no es la fecha mas propicia.
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