M31 Galaxia de Andromeda
Autor Florentino Caballero
Saturno Variación en 5 años
Autor Florentino Caballero
Ocaso desde Cadiz
Autor Carlos Gonzalez
Amanecer Eclipse Anular 2005
Nebulosa Laguna
Autor Florentino Caballero
Nebulosa Trífida
Autor Florentino Caballero


La lluvia de meteoros, popularmente conocida como lluvia de estrellas fugaces, se podrá contemplar con máxima actividad la noche del 22 al 23 de abril.Se trata de la lluvia de las Líridas, que en los años 1803, 1922,1944, 1946 y 1982, fue un verdadero espectáculo celeste, haciéndose visibles a simple vista cientos de meteoros por hora, la de 1803 fue especialmente deslumbrante ya que pudieron ver hasta 700 meteoros por hora.
Las Líridas es la lluvia de estrellas más antigua conocidas, ya que se tienen registros chinos del acontecimiento que datan de marzo del año 687 a.C. 
Esta lluvia es visible desde los dos hemisferios.


Esta lluvia es de las más impredecibles es por ello que los astrónomos y curiosos la esperan con ansiedad por si hay alguna sorpresa y la lluvia se torna en tormenta meteórica, un raro fenómeno que ocurre cuando la Tierra se encuentra con un enjambre de meteoros muy denso y se pueden contemplar más de 1.000 meteoros por hora.
Los astrónomos todos los años dan una previsión para la lluvia de las Líridas de unos 18 meteoros visibles a simple vista por hora, pero nunca se cumple, con las Líridas no se acierta nunca, pero no es raro que puedan llegar fácilmente a los 100 meteoros por hora.
La lluvia de las Líridas está asociada a los restos de un cometa llamado Thatcher C/1861 G1, descubierto en 1861 y cuyo último paso cercano y conocido a la Tierra tuvo lugar el 5 de mayo de ese mismo año, desde entonces no se ha visto más, pues se trata de un cometa de largo período que alcanza las proximidades del Sol cada 415 años. Llega a alejarse del Sol, 2,78 veces más allá de la órbita de Plutón, mientras que su punto más próximo a nuestra estrella lo alcanza a los 137.632.000 km. Cada vez que se acerca a nuestra estrella, se va desintegrando por el calor del Sol, pues está compuesto de roca y hielo, dejando partículas diminutas por el espacio del tamaño de un grano de arena. La Tierra atraviesa estos restos entre los días 16 y 25 de abril.
Es durante estos días cuando se puede observar la lluvia de las Líridas, con máxima actividad la noche del 22 de abril. Esta noche, la constelación de Lira, de ahí el nombre de Líridas, aparecerá hacia el NE sobre las 10 de la noche en hora peninsular y podremos contemplarla sin molestias hasta las 3 de la mañana, hora en que la Luna en cuarto menguante hará su aparición, desluciendo en parte el espectáculo celeste con su luz. En realidad el máximo de la lluvia suele coincidir siempre en las horas previas al amanecer. Si no pudiera contemplar la lluvia la noche del 22, inténtelo el 23, 24 ó 25 de abril, pues aún estará activa.
El radiante, o lugar del cielo de dónde parecen proceder el grueso de los meteoros, está cerca de la brillante estrella Vega, la más brillante de la constelación de la Lira, una de las que más lucen en el cielo, en realidad no tiene pérdida si miramos a la hora indicada al NE y sobre el horizonte, ya que se trata de la 5ª estrella más brillante del firmamento.

Desde ADA estaremos el sábado 30 de observación aunque no es la fecha mas propicia.